Porque un buen padre vale mas que cien maestros...
jueves, 30 de abril de 2009
domingo, 26 de abril de 2009
SENTENCIA DE ÚBEDA.
REVIRÁ DE LA CALLE TRINIDAD CON CALLE MINAS.
sábado, 25 de abril de 2009
martes, 21 de abril de 2009
DESDE ABAJO
Despojado de Granada - Nueva San Antón San José Baja - Banda del Despojado de Granada
Esto era lo que se vivia debajo de la Cartuja el pasado Sábado Santo...
domingo, 19 de abril de 2009
Un abrazo a todos en especial al bueno de Kevin de la Blanca que estará "sufriendo" por esas islas del norte
sábado, 18 de abril de 2009
viernes, 17 de abril de 2009
jueves, 16 de abril de 2009
Este sabado dia 18 de abril de 2009 a las 19:30 en la Parroquia de San Emilio se celebrará la misa de Acción de Gracias,tras la misma se llevará acabo la mudá del paso de Misterio de Ntro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras a su ubicación normal y tras la misma habrá un ágape en la Casa de Hermandad,para lo que os pedimos que cada uno traigais algo.Se escuchan rumores de que habrá algún video de Domingo de Ramos,os esperamos a todos.
miércoles, 15 de abril de 2009
martes, 14 de abril de 2009
lunes, 13 de abril de 2009
Costalero, columna sobre la que se asienta el peso de las cofradías, pilar maestro, artífice de esa labor callada y bella, que se da por cumplida cuando se ve entre los respiraderos, cómo la gente se emociona al verla, bendito sea el trabajo de esta semana, tan especial como su rostro tras el balcón de la candelería, tan distinta como el sonido de cada varal en su juego permanente con las caídas del palio, tan alegre como los sones de la marcha, tan reflexiva como la mirada del nazareno refugiado en su capillo, tan patética como el semblante del crucificado, y tan triste y apagada como el silencio, con eco de campana tañendo a muerte en san Antón, y sólo roto por el racheo del costalero, y el murmullo de una conversación sobre palio renacentista, sabor a rosco de anís y pestiños de clarisas, Consolación de infinita hermosura...
...qué puedo escribirte aquí
que no sepas, Madre Mía,
si no pasa un solo día
sin que yo no hable de Ti;
si desde que te descubrí
hace quince Lunes Santos
no lloro por otro llanto,
ni otra existe para mí...
¿y piensas que en este atril
no te diré lo que siento?,
pues por Ti bebo los vientos
desde esa tarde de Abril.”
Observar al hombre del cartel, empujando hacia arriba y andando de frente, aparece en éste, representado magistralmente por el autor, actuando en la vida como en el palo, imbuyéndose de fuerzas desconocidas cuando el alma le grita eso de...”vamos a crecernos”, llenándose a cada tramo de la estación de renovado sentimiento que, en mi caso, es equivalente a llenarse de esperanza, y Esperanza, es una niña que vive en santa Ana, reflejo verde de palio en los espejos de mi alma, “salpicaíta” su cara risueña de lágrimas, que llena de verde la ciudad cuando se asoma a su Plaza Nueva, haciendo brotar de los labios las palabras del poeta:
“Señora de verde palio,
gracia de Granada en flor,
que va meciendo de amor
a esa Esperanza bonita,
que lo mismo es “doncellita”
que Madre del Salvador”.
Pero no sólo la Esperanza es sentimiento, que ese mismo día, compite en belleza con Ella una mujer de mejillas sonrosadas que manifiesta su realeza nombrándose Reyes, sevillanía en su título, aunque no puede ser más “granaína”...y no puede serlo más, porque se peina a diario en un tocador que mira a la Alhambra, porque su calle, llenos de geranios sus balcones, saca piropos “granaínos” en los labios de sus vecinos del barrio, historia viva de Granada, vergel de la ciudad que se desprende de una de sus flores, la que más perfuma, joya de nuestra imaginería, para llevarla a su centro histórico, cuesta del Chapiz abajo, Decana de las decanas, impartiendo doloroso magisterio con el sol de la tarde en su cara, como buscando la luz mágica de su propia razón de ser que diría el pregonero,...no cabe más purismo en sus facciones, ¡no puede ser más ”granaína”!, igual que el cielo que la cobija o las monjas que la custodian, lo mismo que su cuadrilla, aunque algunos haya de adopción entre sus filas, para aportar su trabajo, a compás de marcha lenta y fúnebre, y llevar a esta Virgen, camino de su Amargura,...la misma Amargura, que detrás de un Olivo majestuoso, destila perfume de rosas, desde ese altar que es su paso de palio, de cobre en el monte, y con manto de adoratrices en el Genil...palio de mecidas suaves, como la mirada del Rescate, que tantos momentos familiares comparte conmigo, antesala de la Gloria, origen trinitario del Lunes Santo,...esa Gloria que nos reúne en Mayo bajo sus andas alhambreñas, Auxilio de estos cofrades cuando ansiamos parihuelas, y más gloria tiene aún, esa mañana de Jueves, reluciente más que el sol, de paseíllo sacramental para una “chicotá” de arte con cuadrillas de toreros, pues toreros y no otra cosa, son los que atraviesan nuestras puertas, para sacar a la Virgen, con rodilla y cuerpo al suelo, sublime rostro de Madre, lamento de los lamentos,...y tras un palio flamenco, todo permanece quedo, que apaga la luz del mundo, con su salida, el Silencio; Misericordia lo llaman, señor de los mil tormentos,...ya está en la calle, lo anuncia un tambor lastimero, que con cansino sonar nos dice que viene muerto, a tu paso, una oración por aquellos que existieron, la que fuera madre, abuela, y esposa de un artillero...
El costalero sigue con la nuca apoyada en el palo, que cuánto más pica más hay que “morderle”, pensando quizá en que va dejando atrás una semana más de su vida; que es más viejo, porque aunque no cumpla años, cumple Semanas Santas, ya su ilusión de hombre, el cuerpo la desbarata, y no aguanta tanto el peso que antaño ni le pesaba...ya cuenta primaveras que le van partiendo el alma, consciente de que las fuerzas van menguando, y se le acaban, y que pronto llegará la terrible madrugada, en que arropará a sus hijos, sin poder ir a encerrarla...No lo dudéis, la nostalgia del costalero es algo inherente a él, y le acompaña desde el mismo día en que inicia la “corría”, pues va pensando en que se le irá de las manos sin haberse dado cuenta, y cuando quiera acordarse, estará en santo Domingo, con su campanita de barro de toda la vida, la misma que sus padres le compraran siendo crío, para dársela a sus hijos, símbolo de la felicidad del domingo de Resurrección, donde coinciden los granaínos de rancio abolengo, para disfrutar de esa savia nueva, ilusionada y apasionada, que en la cruz de Mayo estrenara fe y costales por los caminos de Fígares,...la savia de esos pequeños, que ahora quizá no entiendan de estilos, de cambios, izquierdos y costeros, pero sí saben que serán, Dios mediante, costaleros como sus padres, para continuar esa bellísima tradición que nos invita, cada cuaresma, a vivirla plenamente. Porque sin ella nuestra vida sería distinta. Sin ese “gusanillo” del palo, sin la ilusión de la Cuaresma, sin las vísperas, sin los montajes y retranqueos, sin los tríduos, quinarios y besamanos, sin los ensayos, nuestra vida cobraría otro significado, otro rumbo la marcaría, pero ya no sentiríamos la alegría de salir de relevo y ver a la familia, ya no habría paseíllo orgulloso camino del templo, no se lograría el milagro de ver bajo la visera del costal, ni se viviría como nuevo el ritual de hacerse la ropa, no esbozaríamos una sonrisa cuando Roma saliese en los diarios, no veríamos la cara de emoción de la gente cuando el Mayor Dolor doblase cualquier esquina, con sus setenta corazones bramando al Cielo el orgullo de portarla, a las órdenes de los amigos de verdad, ni reviraríamos para que el Despojado saludase a su “vecinita” de Dubé, no escucharíamos la banda cuando el olivo se adentrase en Santiago, ni nos abrazaríamos con nuestra gente tras la última “arriá”; nuestras novias y esposas no vibrarían igual ante la Virgen de nuestros anhelos, ni tendríamos los cajones llenos de ropas y sudaderas de hermandades, no besaríamos la medalla al colgárnosla del cuello, ni el arroz con leche sabría igual si no lo tomáramos con nuestro hermano la madrugá del Viernes Santo, no iríamos a ver a nuestra otra hermana vestida de mantilla, acompañando a la Soledad por las calles del realejo, ni habría posibilidad de que tres miembros de una familia, se buscaran con la mirada para desearse buena estación, antes de pasear la muerte de Cristo uno, y el dolor de su Madre los otros dos, cada tarde de Lunes Santo, no habría razón para hacer un “blog de los profesionales”, ni yo estaría aquí intentando presentar su cartel; pero sobre todo, no se nos pondría el vello de punta al volver a escuchar las palabras del que escribiera:
“de la tropa costalera
general de división;
eres como un faraón
con tocado de arpillera:
rey de la trabajadera,
portador de un Dios que Expira,
de un Pilatos que le admira,
de un sayón que abofetea,
de una Madre, niña hebrea,
que solloza y que suspira.
Y cuando, pidiendo guerra,
aúpas a la Señora,
eres hombre, en buena hora,
ángel con pies en la tierra.
¡A ésta es!...el grito encierra
la profunda teología,
la mínima letanía
que inventó no sé que loco,
para que poquito a poco,
anden Jesús y María.
Oro de sin par pureza
tu gran majestad pregona,
el oro de la corona
que corona tu cabeza,
y afirmando tu realeza
desde costero a costero
la madera del madero
es armiño de tu manto,
Dios bendiga tu quebranto,
Dios te guarde...Costalero!!.
He dicho.
P.D.: VIVA MI AGÜELITO, PREGONERO !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! QUE ARTE MAS GRANDE TIENES DEBAJO Y DELANTE DE UN ATRIL, CON TU MALAFOLLÁ CARACTERÍSTICA EN AMBOS SITIOS, SE TE QUIERE AGÜELO!!!!!
domingo, 12 de abril de 2009
Os lo debo. A todos los que no dudasteis en llamarme. A los que me habéis dado el calor afectuoso de vuestro abrazo. Los que me pusisteis aquí. Los que me escribisteis palabras de buena nueva. Antonio Valentín, Manuel Dorador, Álvaro Barea, Rafael y Miguel Alcalá, José Luís Illescas... Las sabias lecciones de la historia de este mundo nuestro que me fue soltando Fermín Castillo. Os lo debo a los que confiasteis en este mal poeta de las devociones, con toda la Junta de Gobierno que presides Víctor Hidalgo y por supuesto, al que cada noche de Cuaresma de hace ya 10 años, uno tras otro, me fue contando pormenores mágicos de una historia caliente y verdadera y departió, y me descubrió tanto como lo sigue haciendo en la vida.
Señor presentador, es usted prototipo de un cofrade, de un hermano de sus hermanos, en vías de extinción.
Vengo a pagarte una deuda
y a darte todas las gracias;
que por tu bendita culpa
y de tu madre, Esperanza,
por tu Niña que llevaste
como primera enseñanza,
Victoria, la que su palio
era panal de la gracia,
hoy yo tengo el corazón
para ellas dos. En Santa Ana
y en la Iglesia dominica
antigua Santa Escolástica.
Te he tenido. Me empapé
de tus historias sobradas,
tus lecciones, tus consejos,
o tus sabias enseñanzas
y el veneno de tus gustos
de tus coplas gaditanas.
Tanto tengo que pagarte
y hoy no he traído nada.
Más la deuda, si tú quieres
ya sé de qué forma dártela...
Devolviéndote lo dado:
capataz, hermano... valga
por nuestras gestas, la radio,
los viajes, por tu casa
y por quedarte a mi lado.
Por generosas palabras
con las que me has presentado.
Paco Estarli, siempre gracias.
III.- Privilegio y orgullo
Pregón Oficial de Granada. El Teatro Isabel la Católica se viste con los trajes de la fiesta cofrade, lírica y de ocasión. El pregonero desgrana verdades en una literatura fácil, con una poesía hundida en los clásicos. Y llega el momento. Incuestionable, seguro, firme, el que nunca fue costalero pero desde ese día probó el dulce peso de su Santo Crucifijo en los ensayos, alza la voz y clava en los tímpanos de cientos de cofrades, que Granada está en deuda con los hermanos costaleros, y solicita una calle que ha llegado y desde entonces inmortaliza el oficio más bonito, más humilde, más verdadero, más callado y más generoso de cuantos pueblan el universo cofrade. Gracias Miguel Luís López-Guadalupe Muñoz. Gracias pregonero porque enarbolaste una bandera vencida y despojada de gloria, y que hoy ondea en el nomenclátor de esta ciudad, en buena parte, por tu bendita culpa.
Y es que como Cristo, este que se nos va, hace cumplir 33 años de vida costalera, por el empuje de unos pocos que contaban sus primaveras con el “uno por delante”. Enfundados en fajas de juventud, de María Auxiliadora a la Virgen Capitana. Cuadrillas de Paciencia, de Concepción, de Victoria, de la Santa Cruz, de los Favores... Cuadrillas de seis jornadas. Cuadrillas de unos pocos que se bastaron para construir todo esto que hoy disfrutamos. Cuadrillas que nos dejan una herencia que algunos empeñan sus ánimos en destruir.
Cuadrillas de Granada con 33 años amasados como los algodones de un costal. Tantos como la misma edad de un Galileo que vino a hacer un mundo nuevo. Cuadrillas de ayer, herencia de hoy. Primera de las casas de hermandad de la ciudad gracias a los costaleros, en la calle de San Pedro Mártir. Boletines únicos, transparentes, pioneros. Su Santidad aplaudido a gritos de “Totus Tuus” mientras en la pancarta que lo aclamaba, se leían las siglas: Cuerpo de costaleros.
Cuadrillas de Granada que no dejan que Dios, el Dios de verdad, el Dios único, el Dios más inmenso y más cercano en la Hostia, salga a la calle sobre un armazón de neumáticos. Gracias a aquellos que hace 31 años nos dejasteis el más bonito sueño, la mejor procesión, el mejor trabajo costalero: ser los pies de Dios, que no de la madera sagrada.
Cuadrillas de Granada, cuadrillas de hoy. Hombro a hombro trabajan dos hermanos; Carlos Laraño le aguanta la pelea a un paso que viene dando Favores. David Puche firma el acta de notario de la gracia. Miguel, inolvidable Miguel Laraño, convierte en buenas las glorias de aquel año donde la Cena más gloriosa del panorama andaluz, salía al mando de Antoñín.
Tarde de gloria: huele a juncia y a mastranzo. Dios en la calle. Contigo se despide Manuel Dorador. ¡Qué final de lujo! Macizo, el paso, comparte presagios de grandeza. En el zanco, asoma la mano firme y generosa del grande de Alejandro Eslava. Detrás, escudero de la humildad, Jesús Rodríguez manda.
Cuadrillas de Granada dejando sin aliento a los sevillanos; no me lo contó nadie. ¡Lo viví! ¿Oye, has visto al “granaíno” de la derecha alante del Decreto? “Miarmas” a los pies de Miguel Almagro.
Cuadrillas de costaleros de la ciudad de Granada, que tienen la valentía de ir de frente por la vida, sin pasitos atrás, sin extraños, de cortito y bien mecida la cosa, como aquellos de la Entrada en Jerusalén que dieron la chicotá de sus vidas donándose a sí mismos.
Cuadrillas de Granada, delanteras de palio armadas, serias, firmes, impolutas: el Agüelo, Lolo Valenzuela, Juanjo Ubago, Carlos Chicote, David Morente.... el mismo que sueña imposibles de Paciencia cada Miércoles Santo. Cuadrillas, sí, cuadrillas, de hermanos sin estar en nómina ni falta que hace cuando la devoción se exterioriza con madurez. Cuadrillas pregonadas por el genio indiscutible de Álvaro Barea; caen los quilos en la Plaza Nueva. Pañuelos blancos por los balcones. ¡Siempre verde Pepe Juncal, siempre verde! Y las traseras, que sostienen y que empujan, esclavos de quienes mandan. Calzados, o destripadas sus cervices; traseras de verdad, de casta, de orgullo y de sentimiento: traseras con la firma ineludible de Marín, de Pepe Pontes, de una derecha atrás cocida con las lágrimas verdes de Francisco Gámez.
Costaleros, los que hacen
las cuadrillas de Granada
que vencen las angosturas
de las puertas de las casas
donde Dios vive esperando
madera, metal y andas.
Costaleros que de frente
le presentan la batalla,
a los quilos, a las horas,
y a los miedos, con sus ganas.
Costaleros embebidos
pocos somos, más faltaran,
para la Madre de Dios,
que allí sí damos la talla.
Traseras siempre obedientes,
manos sobre las zambranas,
fijadores que un guiño
de posiciones estallan
y pateros, los pateros
que bordan las filigranas
de los giros imposibles
por nuestras calles y plazas.
La física se destruye,
y las leyes se acobardan
cuando los palios conquistan
las quimeras anheladas
y las preguntas son filos
de las dudas afiladas:
¿con movimiento de hombres
estas artes van firmadas?
Los palios andan de corto
con mecidas estudiadas,
con el garbo y el donaire
de la bendita “Esperanza”;
las zaidineras maneras
de la “Luz” que se destapa
como un lucero al compás
de quien la lleva acunada.
Y son los palios antiguos
los que se hacen de otra casta
los que en salmón van ganando
“Dolores” para su causa.
Los palios siempre se mecen
con esa bendita gracia
y ese brío marinero
de la “Madre Capitana”.
O te cogen por sorpresa
y te eclipsan y te agradan
como el palio fantasioso
de la que “está coronada”.
Palios egregios, “silentes”
sin estridencias, sin marchas,
que cobran la vertical
y hasta el cielo se levantan
con la potencia absoluta
del silencio que le manda.
Palio, palios, soberanos
doseles donde se avanza
con los dos pies por igual
y destilan enseñanza
como el de la Niña “Paz”
o la que en su nombre graba
las “Maravillas” certeras
de un cajón que se equipara
a la grácil bambalina
de bellotas siempre largas.
Palios que van destilando
infinidad de amalgamas.
Una lucha sin cuartel
para vencerle a la banda.
Ponerse, que voy a llamar.
Y en el momento en que llama
nadie acierta a comprender
ese equilibrio, esa audacia
que le imprimen los hermanos
del Templo de las “Descalzas”.
Palios de “comendadores”,
de la “perla de la Italia”
academias del buen gusto,
por donde siempre se escapan
momentos para el disfrute,
destellos puros de magia.
Palios finos, costaleros
de las artes de Granada.
Ah, cuadrillas de Granada; Oído “Pí”. Esta va por los de siempre, por Josemi, por Antonio Entrena, por Rafa Moya, por Emilio Martín... por una Granada entre Varales de amor a los hermanos. Peones invencibles debajo del Huerto como Nacho Jiménez. Torería sobrada en el palio de la Luz; demostración de cómo a hombros pueden bordarse las chicotás veteranas si viene de frente la joya salmón de los Dolores. Lugares en los que todavía quedan momentos de severidad, de elegancia, de clasicismo sin estridencias como cuando Pepe Luís Illescas pellizca con costeros el costero del Gran Poder.
Cuadrillas, cuadrillas de una Granada viajera y dispuesta a aprender. Savias nuevas en Eduardo Salamanca, que huele a Nazareno y a Descalzas desde la cuna. Veteranía que se paga con el disfrute de sentirse costalero y amigo como Manuel Peregrina. Generosidad a manos llenas que Mariano Ortega baja dos palos para ayudar donde el paso hace aguas. Categoría de peón, de amigo, de hermano, de tanto, como Antonio Gavilán. Competencia y saber estar de los que pueden, como Agustín Ortega. Hombres que vienen a cumplir con lo que está mandado, como Pablo Salmerón. A deshacer las calles en las artes de andar sin despeinarse, con el señorío de Antonio Valentín García, de Víctor Hidalgo; con el humor sagrado de Pedro Segura, con el estipendio de los años... Treinta y uno, treinta y uno en las hechuras cofrades de Paco Estarli.
El diccionario ya tiene
la definición perfecta
para explicarle a los vientos
y definir que es la fuerza,
que de la Lengua Española,
ha llegado la Academia
hasta Jesús y María.
Tomó nota de la Cena;
marchó a la calle Santiago
y apontocada en la acera
al ver como se venía
a los sones de cornetas
un “Getsemaní de oro”
y en sus esquinas profetas,
apuntó bien el detalle
de profesión académica.
Alguien tuvo que explicarle
cuales son los teoremas
del camino hacia el Calvario
con lecciones de grandeza
si viene dando izquierdazos
por la Calle Pavaneras
la calle de la Amargura:
Cristo con la Cruz a cuestas,
porque nunca se haga daño
al caerse, con las piedras.
Todo es distinto en Granada
y hasta distinta es la lengua
que al Señor de la Lanzada,
porque su peso no pesa,
se dice que tras diez horas
ensancha su parihuela.
Y si mucha es la angostura
a ver quién es el que piensa
que los canteros antiguos
que trazaron nuestras puertas
no fueron los ideólogos
que a propósito no hicieran
las medidas intimistas
para que se vaya a tierra
el “Tribunal de los oros”
del paso de la Sentencia.
No, no sé cómo se atreven.
Cuál será su recompensa.
Tú a vestirte por los pies
que este año no tropieza.
Te acompaña la verdad
y con ella su presencia,
porque Chiqui, capataz,
El que “expira”, va a tu vera.
El Silencio cruza el Dauro
con nanas de mil saetas
mientras lo acunan los suyos
con chicotás de entelequia
que a veces Dios nos parece
cuando en San Antón, de vuelta
avanza siempre compacto,
que Él mismo es quien rachea.
El Gran Poder de costero
en su elegante manera.
Arquivoltas goticistas
de traza enjuta y prieta
para que a Pasión le cueste
tomar calle albaicinera.
Fortuna de las cuadrillas
de Misterio, altaneras,
con izquierdos por delante,
con coreógrafas firmezas,
con caída a los costeros
y zancás que se cincelan
en las firmes compañías
del tambor y la corneta.
Misterios que tienen alma
que a nadie duda cupiera.
Cristo que de veras anda
porque así nos pareciera.
No sería esto igual
ni esta afición creciera
sin las cuadrillas que formanla Granada costalera.
domingo, 5 de abril de 2009
Mañana señores viviré el Domingo mas bonito del año con mis seres queridos, con mi FAMILIA CARTUJANA.
sábado, 4 de abril de 2009
Al mirar la imagen del cartel, notaremos sin duda el andar seguro y firme, que le aporta el hombre del dibujo, para que avance siempre de frente, por los días de la cuaresma, y pueda cumplir la función para la que fue concebido, esa misión oculta de la cartelería semanasantera que subyace en él, y aflora en los días previos a la fiesta sólo con mirarlo de soslayo, apenas imperceptiblemente, en los escaparates de nuestra ciudad, y que nos llevará de inmediato a cada uno de los momentos que se esconden en nuestra mente y reviven milagrosamente al contemplarlo, evocando en la memoria esa “chicotá” de barrio, de fuerzas justas pero que ganan la pelea, y vemos venir por cualquier calle, rebosante de belleza, a esa Virgen de nuestras devociones, sintiendo el pellizco que nos da cualquier imagen de Cristo, que nos llama a la fe, en un sinfín de advocaciones, siempre delante de su Madre y, al levantarnos de puntillas en la acera, para intentar percibir lo que apenas se presiente, comprendemos que tras Él, todo se llena como siempre, una vez más, de la sublime presencia de María...¿verdad amigos?...¿verdad que todos estais viendo ahora mismo ese paso de palio, graciosamente mecido, al amparo de la noche, cuando el cansancio de la gente que la porta, ese del cartel, le confiere un andar más reposado?...¿verdad que nuestro Cristo pasa en nuestra mente por la esquina de siempre, donde tus padres te iniciaran, y ahora se la enseñas a tus hijos, haciéndolos partícipes de la tradición que de ellos heredaste?...¿verdad amigos, que nuestra vida pasa por delante en un momento, sólo con mirar el cartel de Semana Santa que, estático y solemne, anuncia la inminente llegada de nuestro tiempo mejor?...¿verdad?...en este punto exacto del recuerdo, me veo en la “calle más bonita del mundo”, en palabras de un amigo, viendo marchar hacia Granada esa Perla de san Pedro que, azorada, baja la mirada ocultando la luz de sus pupilas, envuelto el rostro en lágrimas de infinita dulzura, cerrando la boca conteniendo un suspiro, en ese personalísimo gesto que supo plasmar Pedro de Mena, para que el dolor deshecho de María, se convirtiera para su tierra en Maravilla...así se me aparece siempre, asomada a su palio de todas las épocas, las pretéritas, las presentes y las futuras, portada por costaleros que en Ella tienen, como yo tengo, uno de los pilares de fe más hermosos y más puros que mano humana haya podido crear; oraciones enamoradas se me antojan los golpes de gubia en la madera, susurros que sólo pueden salir de un corazón amante si aspira a inventar tanta belleza...amor y no otra cosa, lo que tuvo que ocupar la razón del escultor, que nos dejó así el bendito legado de tu cara...¡¡Maravillas!!
Este cartel, nos habla sin decir palabra, de faja “apretá”, de costal ceñido a la sien, de cuello “herío”, de trabajo por derecho, de seriedad, respeto y compromiso, nos habla de día grande, y de humilde trabajo, de fervor disimulado y profunda penitencia, nos habla, y nos llama también a ser parte integrante de su estructura, a asomarnos, en definitiva, al blog que le da nombre, y que tanto bien nos ha hecho, porque a través de sus páginas, de obligada lectura en la mañana laboral, hemos descubierto la cantidad de “locos” como nosotros, fanáticos que pierden el juicio cuando se presiente esta semana que se vive durante los meses de ensayo, y se prolonga un año, en el que nos alimentaremos del recuerdo, volveremos a soñar lo vivido, improvisaremos tertulias en cualquier lugar, y nos buscaremos entre nosotros, para convertir un inventado motivo en excusa y pretexto para hablar de lo que tanto nos une; todo un año concentrado en ocho días...
Pero qué de cosas entran en esos ocho días, qué de oraciones, de bolas de cera, de lágrimas contenidas, de bullas, de jolgorio, de miradas expectantes,...qué de “levantás”, qué de órdenes de capataces y de pasos de costaleros,...¿veis?...ya tenemos otra vez al personaje del cartel, reivindicando nuestro “gremio”, que tanto sabe de relevos que no se ajustan al convenio; esta ocupación sin sueldo repleta de oficiales y aprendices, de alumnos que superan a sus maestros, de niños que quieren crecer rápido, para abandonar su necesario puesto de aguador, e ir debajo de su titular...y de hombres, que aunque se sientan niños, son conscientes de que no lo son tanto, y quisieran retroceder un poco en el tiempo, para poder estar debajo de su paso un poco más, aferrándose al trabajo como el pequeño se aferra a la cama cuando su madre lo llama para ir al colegio, y queriendo decir eso de...”un poco más, mamá”, ligado como está a este mundo que gira en torno a unos faldones y que tantas cosas le inspira; porque el costalero del cartel, ése que vemos concentrado en su trabajo, atento a las órdenes del capataz, no vaya a ser que el paso roce en cualquier lado, y se rompa así la simbiosis entre balcones y varales, paredes y respiraderos,...ese hombre, que hace de su ropa una herramienta, tiene en su cabeza pensamientos para todo el que quiere, su novia, su hermanos, esa amiga que estaba embarazada y se le complicó el parto, ese abuelo que en el sillón de su casa de siempre, no puede ir a ver las cofradías, ese padre que se echaba a la calle cada jornada pasional, envolviendo previamente unas galletas en un papel de plata por si el hambre se presentaba; el mismo que lo llevaba de la mano, y lo “colaba” en la primera fila..”quedate quieto, ahí entre la gente”...para que sus ocho años se asombraran con la magnificencia del paso de turno; el mismo que desafiaba su cansancio, sacrificaba sus horas de sueño, sólo por ver la cara de felicidad de su hijo cada Martes Santo, cuando volvía a casa esa Virgen de la Esperanza que luego tanto le daría; ese padre, que no tiene nada suyo, porque todo nos lo ha entregado a nosotros. Ese padre…y esa madre, la que lo inició en la vida, la que tantas veces, siendo niño, le regañaba por dejar el cuarto desordenado, la que le decía que no había más dinero cuando el primer amor le hacía salirse del presupuesto establecido, la que aún hoy sigue pendiente de él, hecho hombre ya, al tiempo que de sus nietos, siendo su compañera de juegos, y el sostén de esa otra madre, que si no es por ella tendría que dejar más de un trabajo,...la que le pregunta cómo va cuando lo ve de relevo, y le dice que no quiera llevarlo todo él, porque sabe de su valía y lo conoce bien,...por eso, el costalero, cuando los “kilos” aprietan, se acuerda de su madre, y piensa,...
“a ti, que en Agosto nos rabias porque no “pegan” los vídeos de cofradías, ni en mayo, ni en Navidad, ni en Septiembre...
A ti, que nos llamas locos y temerarios, y sufres en lo más hondo de tu ser el pulso de cada “levantá”, cuando oyes crujir la madera y sabes que vamos debajo...
A ti, que pagas tarjetas de sitio, lo mismo que tantos bocadillos cofrades en bodegas de mi “Graná”...
A ti, que a pesar de no entenderlo te emocionas viéndola venir de frente...
A ti, que aprendiste de costales y trabajaderas de tanto escucharnos en casa...
A ti, regidora de mis días y mis noches, que me llevabas de la mano a ver “santicos” y luego preguntas que de dónde me viene el sentimiento...
A ti, que tras una noche de ensayo nos dejas dormir más de lo normal y nos haces la comida que nos gusta...
A ti, que esperas ansiosa en la puerta del templo con las lágrimas “saltás” pidiéndole a Ella que todo salga bien y respiras aliviada cuando la ves, por fin, en la calle...
A ti, que cada Semana Santa revives emociones y vivencias y me vuelves atrás en el tiempo...
A ti, madre, que pariste costalero...
A buen seguro esta imagen de la silla se dara esta noche o mañana por la mañana (si no se da ya) en la mayoria de las casas de los costaleros que mañana o a lo largo de la semana harán Estación de penitencia bajo las trabajaderas de los pasos de sus titulares. Y es que al igual que en las capillas de las hermandes se coloca el altar de insignias de la hermadada, esta silla representa para el costalero el altar de insignias de su oficio, esa ropa representa el esfuerzo y el sacrificio de tardes de ensayo, de ganas de superación, de noches de soñar con chicotás que hagan disfrutar a la gente de fuera pero que siempre queden en el recuerdo de los de abajo, de ganas de sentirse orgulloso y de poder sacar pecho de la cuadrilla y de la gente con la que uno se ciñe el costal y se aprieta la faja para pasear a sus imágenes en una semana que pasa volando y en la que vivimos lo soñado desde que todo acaba el Domingo de Resurrección...
Esta silla representa en conjunto una sola cosa, la ilusión y el orgullo de sentirse costalero los 365 días del año....
Feliz Semana Santa a todos