SEVILLA COFRADIERA..

miércoles, 21 de febrero de 2007

AROMAS DE MI HERMANDAD, POR JOSÉ MORENO FERRO.


Cada Hermandad en Granada tiene sus características físicas, humanas y cronológicas que la hacen distinguirse en el Universo Cofrade, en el cual se convierte cada Primavera nuestra Ciudad. Mi Hermandad Escolapia, me trae además de los clásicos aromas y olores a incienso, cera, madera, alcanfor de hábitos guardados un año, etc... También me llegan olores a pupitre viejo y rayado por niños traviesos; a cocina del colegio al salir de clase al mediodía, a primavera recién estrenada de niños correteando por los pasillos y escuchando las bandas ensayar por el vecino Callejón del Pretorio; a madres que esperan junto al kiosko de chucherías de toda la vida, aguardando que salgan los que en un futuro llevarían a la más bella del Paseo de los Basilios, la Virgen del Mayor Dolor.

Mi hermandad me huele a Río Genil en noches todavía frías, a Castaños de Indias que con sus brazos largos acarician las manos de la Expiración a su paso por el Humilladero, me trae aromas de Aviación, de uniformes azules flanqueando los pasos, a formación en presenten armas a la salida, me trae recuerdos de Alcemos el vuelo sobre el alto cielo, como dice su himno, a Virgen de Loreto, a solera, a Ala 78.
Mi hermandad huele a Hiniesta, que perfumó con su aroma a esta Hermandad un 18 de Junio del Año 2000 por sus caminos Romanos. Me huele también a agujas de reloj de la torre de nuestra Iglesia, me huele a colegio , a sótano , a hilo dorado sobre terciopelo morado, a canutillo, a Pureza y Dolor de caídas al aire contra la plata del varal.
Me trae aromas de calzada Romana, a Vaticano, a tiara, a blanco y amarillo, a aires de un Verano en Roma, a caminar pontificio por derecho, a Santo Padre. Mi hermandad huele a cuadrilla de palio, a madera húmeda de trabajadera, a costal apretao a las sienes, al cielo con Ella, Virgen Sevillana, a rodillas sobre rampa de madera, a faldones moraos al vuelo y a manto de Adoratrices, y sobre todo a chicotá Eterna.
A clavel, a lirio a los pies del Crucificado Escolapio, a petróleo de hachón humeante tiznado por la llama, a fogonazo de sol entrando a las siete y cuarto de la tarde del Viernes Santo por la puerta del Templo.
Huele a expectación, a patio a rebosar esperándola a Ella, a igualá nerviosa en el Claustro, agobiados por el ordinario de la Banda que llega abriéndose paso entre la muchedumbre como proa de barco que rompe el hielo. A mezcla árabe de esencias en el incienso, almizcle, romero, cedro ,canela, tomillo, aulagas, a bengalas, por que no recordarlo, a hogueras.
Me huele a antiguas raíces, a hábitos de Santa Cena, a D. Jose Sánchez Reina, a saeta del Compadre quebrada a la madrugá del Viernes Santo, a muchedumbre de tambores de Manuel Rejón, a locura bendita pontificia de Juan García Montero.
Todos estos aromas y esencias que acarician nuestra alma cada Semana Santa en la rivera del Paseo de los Basilios, nos hacen ser una Hermandad clásica en Granada y con solera , lo cual nos hace tener un puesto especial dentro de esta forma que tiene Granada y Andalucía de rememorar que el Crucificado de los Escolapios expiró por nosotros.



Articulo escrito y cedido para este blog por: José F. Moreno Ferro. CAPATAZ.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Boticario, capataz y poeta...ole! Que orgullo mas grande estar a tus ordenes, veteranía bajo las trabajaderas y mucho futuro delante de los pasos, vaya maestros que tenemos entre unos y otros la escuela está bien apañá, suerte que tenemos todos.

Anónimo dijo...

pedazo de blog as conseguido emocionarme ^^
m a encantado =)