El blog de los Profesionales

AFORTUNADOS

Es una suerte poder Contigo, cuando tu Hijo aprieta aunque no ahogue; sobre todo es esos días en que todo parece oscuro y la salida del túnel se intuye pero no se alcanza. Es entonces cuando recorremos las calles, dando un paseo por mi ciudad, buscando la altiva torre que desafía el paso de los años rodeada de castaños de indias, acelerando el paso cuando mis pies pisan la rampa que da acceso a tu puerta. ¡Qué suerte poder tenerte, Madre!...y saber que siempre tienes un momento para nosotros.

Las imágenes se suceden mientras atravesamos la iglesia, y tu Hijo reclama nuestra atención, cuando alzamos la vista al altar mayor...”vengo a ver a tu Madre, que me tiene que ayudar en unas cosas...”. De pronto apareces, ahí estás, en tu hornacina humilde, como Tú, siempre radiante, siempre hermosa, a los ojos de los que suspiramos en tu presencia, y nos emocionamos cuando te vemos; porque Contigo siempre vienen recuerdos, personas y lugares. ¡Qué suerte estar aquí!, vivir en esta tierra que te da cobijo para poder visitarte cuando queramos, y sentir que nos da un vuelco el corazón cuando el nombre de las escuelas pías surge por algo, incluso a los que no estudiamos en sus aulas, pero aprendimos en la escuela de tu palio. ¡Qué suerte ser escolapio y acompañarte siempre!, cada Besamanos, cada tríduo, cada Domingo, en definitiva, cada día de nuestra vida...

Señora, ya sea de luto en Noviembre, de hebrea en cuaresma o de Reina bajo el palio,...¡qué suerte que nos llames hijos!, ¡qué suerte sentirse tuyo!, y que los seres queridos se sepan por Ti arropados, por ir nosotros a verte y en nuestros rezos nombrarlos.

(texto: Luis Fco. Marín, "el Agüelo". Fotografias: Jorge Heredia, extraidas del blog:http://elpretorio.blogcindario.com/. Besamanos Diciembre del 2006)